
Es un hongo muy utilizado en la medicina oriental como un inmunomodulador que respalda la función inmunológica y ayuda a combatir las infecciones. Entre sus compuestos más destacados encontramos antioxidantes que ayudan a inhibir o reducir el daño causado por el estrés oxidativo, el cual provoca daño celular o inflamación crónica, además de estar relacionado con un mayor riesgo a desarrollar problemas de salud como ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardíacas. Contiene polisacáridos que estimulan el sistema inmunitario que promueven la respuesta inmunitaria activando e inhibiendo tipos específicos de células inmunitarias y suprimiendo la inflamación, estimula las células dendríticas que promueven la inmunidad a las toxinas y regulan la respuesta inmune. Además, activa los glóbulos blancos llamados macrófagos, que protegen al cuerpo contra sustancias dañinas como ciertas bacterias. Es útil para mantener el equilibrio de las bacterias intestinales, tiene capacidades prebióticas por su alto contenido en fibra, ayuda a mantener una digestión saludable.