
Es un ingrediente activo capaz de aportar varios beneficios al organismo. También se llama carbón vegetal y se presenta en un polvo negro muy fino. El carbón activado se usa comúnmente para tratar la intoxicación. También se usa para los disminuir los gases intestinales (flatulencias), los niveles de colesterol, la resaca, para calmar el malestar estomacal y para tratar los problemas del flujo biliar (colestasis). Las propiedades beneficiosas del carbón activado pueden ayudar a favorecer sobre todo los procesos ligados al intestino y a los procesos digestivos. Ayuda a mejorar la absorción de bacterias y virus presentes en el estómago y el intestino. El carbón activado no tiene un efecto adelgazante directo, ni acelera el metabolismo, pero puede ayudar a reducir la hinchazón del vientre.